CÓMO CONVERTIR NUESTRO PATRIMONIO EN UNA EXPERIENCIA SOCIAL Y DIDÁCTICA.

CÓMO CONVERTIR NUESTRO PATRIMONIO EN UNA EXPERIENCIA SOCIAL Y DIDÁCTICA.

EL CASO DE CAMINART Y SU RUTA CAMINS GREMIALS.  LA VALENCIA DE LOS GREMIOS Y OFICIOS ARTESANALES MEDIEVALES.

CaminArt, Camins de Cultura i d´Art es una Cooperativa cultural afincada en Valencia formada por gestores culturales, historiadores e historiadores del arte que pretende ofrecer unos nuevos servicios turístico-culturales alternativos en la ciudad de Valencia de forma diferente. CaminArt, más que visitas guiadas lo que hace son rutas de interpretación del patrimonio, pues uno de sus principales objetivos es dar a conocer a los usuarios, ya sean locales, nacionales como internacionales, un patrimonio desconocido para la gran mayoría de la población y concienciar a la ciudadanía de su puesta en valor, su protección y su conservación – restauración. Otro de nuestros objetivos es el coworking. Crear una red de colaboración mutua con los comercios y talleres artesanales de varios barrios de Valencia con dos propósitos: dar a conocer el patrimonio inmaterial de la cultura valenciana y la sabiduría popular de los artesanos (otro de los grandes patrimonios desconocidos) y revitalizar los barrios a través de la cultura. Se trata de un proyecto socio-cultural que enseña Valencia desde un punto de vista diferente al que se suele enseñarse. Que va más allá de lo típico.

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Una de nuestras rutas de interpretación del patrimonio es Camins Gremials. La Valencia de los gremios y oficios artesanales Medievales, la cual pondremos de ejemplo para explicar cómo podemos realizar rutas más interactivas y participativas. En esta ruta no sólo visitamos el patrimonio material, sino también el inmaterial, recorriendo los barrios de Ciutat Vella, Velluters y el Mercat. Buscando las huellas de ese pasado gremial en sus monumentos, sus talleres artesanales que aún están en funcionamiento y en sus calles. Y digo calles, porque muchas de ellas tienen nombres curiosos, como la calle de la Tapineria, la cual no es casual. Un nombre que tiene un simbolismo. Un nombre que antaño era un oficio artesanal que se encargaba de la fabricación y venta de tapines (una especie de sandalia con una suela de corcho).

Para poder mostrar el patrimonio de forma amena y didáctica hay que tener una base, o lo que es lo mismo, intentar evitar cometer unos errores que suelen hacer muchos guías turísticos. No se trata de que el guía hable, hable y hable. Hay que ir más allá. Es muy importante la forma de contar la historia, de llegar al público y de que se interese por su patrimonio. Y  sobre todo, hacerles participes de la experiencia cultural. Conseguir que se conciencien que es suyo dicho patrimonio y que por lo tanto, deben protegerlo y darle valor.

¿Por qué nos aburrimos en las rutas guiadas normalmente?

  1. ERRORES QUE SE COMETEN EN LAS VISITAS GUIADAS Y QUE HAY QUE EVITAR

a) No hay segmentación de públicos. No hay discursos diferenciadores. Igual se explica lo mismo a un grupo de niños, adolescentes, un grupo de extranjeros, unos historiadores, que a un grupo familiar o de la tercera edad, por poner un ejemplo. Hay que segmentar las audiencias siempre. Normalmente esta se segmenta por edad o conocimientos, ya que no todos tienen los mismos intereses, ni formación. Nosotros, en la ruta Camins Gremials, adaptamos el contenido, la ruta, al público que nos acompaña. Como siempre somos más de uno en las rutas, es fácil realizar este tipo de segmentación y adaptarnos al público y atenderlos mejor. Y no sólo eso. Que seamos dos, y no uno, tiene otros beneficios. Normalmente, en las rutas sólo habla el guía, interprete, educador, o como queráis llamarle. Estableciéndose un “dialogo” monótono. Nosotros al ser dos, no existe esa monotonía del discurso. Y por lo tanto, evitamos que la gente se canse de escuchar hablar siempre a la misma persona. Más que una especie de monologo, es como una conversación de amigos que hablan entorno al patrimonio. Que lo interpretan. Una ruta que además cuenta con otros agentes externos. La de los artesanos, que nos cuentan el día a día en sus talleres. Así que ya sólo con esto, se está dinamizando la ruta.

Pero volviendo al tema de la segmentación, os cuento un ejemplo de lo que hacemos. Hubo una vez en que nos acompañaron tres niñas pequeñas (entre 6-8 años de edad). Estaba claro desde un principio que la ruta se les iba hacer pesada porque tenía una duración de más de tres horas. Además, sabemos que los niños y adolescentes se cansan y aburren rápidamente de todo si no hay tecnología por delante. Al fin y al cabo son nativos digitales, han nacido con ella bajo el brazo y no están acostumbrados muchas veces a realizar acciones sin dichas tecnologías.

¿Cómo conseguir que no se aburran y despertar su curiosidad durante la ruta? Lo que hicimos fue dividirnos. Mi compañero estuvo explicando la ruta para los adultos. Yo estuve con las niñas pequeñas. Adapte la ruta a un lenguaje accesible para ellas. Utilizando palabras sencillas, explicaciones cortas y de fácil comprensión. No utilizaba tecnicismos. También les preguntaba cosas y les indicaba que buscaran ciertas cosas en los lugares, talleres o monumentos para despertar su curiosidad. Al final eran ellas quienes me hacían las preguntas a mí o a los artesanos. Adaptando el contenido a su perfil, conseguimos que se interesaran por su patrimonio. También preparamos material didáctico para ellas y mientras recorríamos la ciudad, íbamos haciéndolo todas juntas, ellas y yo. Otra de las técnicas que recomiendo es la utilización del storytelling. El arte de contar historias a modo de cuento. Que también utilizamos mucho en las rutas y tiene grandes resultados de dinamización. Ellas aprendieron y se divirtieron. Y los padres nos agradecieron muchísimo por optar por este sistema, ya que de ese modo, ellos también podían disfrutar al 100% de la ruta sin ninguna preocupación o interrupción.10808027_10152433474686439_1910739560_n

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Padres de las niñas disfrutando y relajados mientras sus hijas estaban realizando material didáctico. En la Casa Innsa siempre realizamos un pequeño descanso mientras escuchamos recitar poesía.

A decir verdad, el grupo de los niños y adolescentes, siempre ha sido un grupo difícil de complacer. De ahí que remarquemos la importancia de segmentar audiencias y adaptar el contenido. Hace un año, inicie una investigación con diferentes tipos de públicos para el blog La Cultura Crítica sobre cómo les gustaría a los niños y adolescentes que fueran las rutas guiadas. No se trata de lo que yo quiero ó creo que es mejor para ellos. Sino conocer sus necesidades, sus gustos, para poder satisfacerles mejor. Así que cogí a un grupo de niños y otro de adolescentes y les hice una serie de preguntas. Unas investigaciones que luego aplicamos y las ponemos en prácticas en nuestras rutas de interpretación del patrimonio (aunque todas a la vez no, según rutas aplicamos unas herramientas o recursos).  Un resumen de estas investigaciones sería el siguiente:

Los niños me contaron lo siguiente:

  • Qué no sea un rollo”. Quieren un resumen del resumen. Utilizar relatos cortos y sin tecnicismos. No saturarlos con fechas y personajes históricos. O mejor dicho, no saturarlos con muchos datos que luego no van a recordar.
  • Entrar en los monumentos. Sienten curiosidad por lo que hay en el interior de los monumentos que explicamos. No quieren sólo verlos por fuera.
  • Contar anécdotas y curiosidades. Son relatos más fáciles de asimilar y que ayudan a la comprensión del contenido. Y no sólo eso, son datos que luego recuerdan, por lo que ayuda a su aprendizaje.
  • Uso de material didáctico. Muchas veces, los profesores les ponen trabajos sobre la ruta. Así que les sirve de apoyo didáctico y también es una forma de comprender mejor el patrimonio.
  • Visitas teatralizadas, attrezzo u objetos para tocar. No les gusta sólo escuchar. También les gusta que les sorprendan con este tipo de recursos. Recursos que deben utilizarse con un fin, sin desvirtualizar la visita. Recordemos que su misión es complementaria, no de distracción.

Los adolescentes me contaron lo siguiente:

  • Discurso menos académico. No están en una clase de historia, sino en una ruta. Quieren disfrutar, no tener que memorizar muchos datos históricos. Utilizar un lenguaje cercano a ellos y adaptado a su edad. Quieren explicaciones que puedan recordar y no aburrirles con muchos detalles como fechas, estilos artísticos o arquitectónicos, nombres de personajes históricos, tecnicismos…
  • Ni un resumen del resumen, ni el testamento”. Cito textualmente lo que me dijo un adolescente. Quieren un término medio. No utilizar un lenguaje complejo. Poner ejemplos actuales para mejorar su comprensión.
  • Dosificar el tiempo-información. Más de dos horas escuchando pocos lo van a soportar. Se aburren, se cansan y desconectan. Hay que dejarles participar durante la ruta y dejar paso a la improvisación. No memorizarse el discurso.
  • Entrar en los monumentos. También sienten curiosidad por el interior de los edificios patrimoniales.
  • Factor sorpresa/diferenciador. Cualquier recurso o herramienta diferente, que les sorprenda, y que tenga relación con la ruta, lo van agradecer.

b) Información cuadriculada o muy general. Se suele explicar siempre “lo típico”. Aquello que viene en las guías turísticas, sin llegar a indagar en el valor emocional o humano de nuestro patrimonio. Nuestros usuarios, muchas veces están más interesados en el proceso de restauración de un bien patrimonial, que en conocer otra información más común que puede encontrar fácilmente en internet.

Hay que pensar que ahora, en esta era informatizada y globalizada, en esta era del Big Data, todo el mundo puede acceder a la información que quiera desde sus smartphones o desde el ordenador de su casa con internet. Esto es una realidad. ¿Qué podemos nosotros ofrecerles para que vengan a nuestras rutas? El contenido debe ser diferente. Debe ser contenido que no se encuentra fácilmente en las guías turísticas, Wikipedia… un contenido que debe ir más allá. Eso sí, siempre tiene que ser información histórica referenciada. Nuestras rutas de interpretación del patrimonio siempre se apoyan previamente en una rigurosa investigación histórica. Esto es vital.

Otro de los grandes problemas y errores es que muchas veces el guía tiene aprendida de memoria la lección y no sale de su guión. No deja paso a preguntas. Tiene cronometrado al milímetro el itinerario y a qué hora deben estar en tal sitio. No deja paso a la improvisación o a extenderse más sobre un tema si ve que el público está interesado. Y esto es un grave error.

Nosotros, y no me cansaré de repetirlo, nos adaptamos al público. Si la ruta, en un principio tiene que durar 3 horas, pero se alarga y dura media hora más, pues no vamos con prisa. Hay que disfrutar de nuestro entorno en todos los sentidos. Si vemos que el público, que puede participar abiertamente en todas nuestras rutas, está interesado en un determinado tema, pregunta y se establece una conversación-debate sobre una cuestión, pues nos expandimos y aportamos información adicional. Lo interesante es que se establezcan estos diálogos, porque es cuando la gente más aprende. Un aprendizaje mutuo. Ellos aprenden cosas, pero nosotros también. Nos expandimos en algunos temas del itinerario, ofreciéndole al usuario lo que quiere, y después si vemos que la ruta se alarga mucho tiempo, acortamos otro tipo de información. Eso sí, siempre cumpliendo con todo el itinerario de la ruta. Que quede claro eso.

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Artesonado en el interior del edificio del Gremio de Carpinteros en la Calle Balmes, Valencia

Hubo una vez en esta ruta de Camins Gremials que el edificio del Gremio de los Carpinteros, en la Calle Balmes de Valencia, estaba abierto. Normalmente cuando hacemos esta ruta sus puertas están cerradas. Pues bien, fuimos y preguntamos si podíamos entrar dentro. Improvisamos. Y entramos dentro. Los usuarios no se lo esperaban. Fue un factor sorpresa ver lo que había en su interior. Un enorme artesonado en perfecto estado de conservación y uno de los pocos que hay en Valencia. El más conocido es el del Consulat del Mar en la Llotja de la Seda. Un patrimonio muy desconocido que nunca habían visto y que les gusto mucho poder disfrutar y fotografiar.  Cómo he dicho antes, improvisar tiene sus beneficios.

c) Información unidireccional. No es bidireccional. Esto quiere decir que sólo habla el guía y no deja paso a que se establezca una conversación real con los usuarios. No existe un feedback entre el profesional con su público. El guía no quiere que le interrumpan. Son como enciclopedias andantes, que hablan con tecnicismos, sin explicar muchas veces lo que son estas palabras. Y esto es un grave error. El usuario no es autodidacta. No hay que dar las cosas por supuestas. Así que hay que utilizar un lenguaje accesible para todos, para una mejor comprensión del patrimonio.

Muchas veces se habla de que las rutas guiadas matan la creatividad. No despiertan la curiosidad, ni la sed de conocimiento. De ahí la importancia de propiciar los discursos bidireccionales. Queremos que exista un feedback entre los usuarios y nosotros, ya que así el aprendizaje es mutuo y la experiencia cultural y valor añadido aumenta. Nosotros, antes de empezar nuestras rutas, siempre advertimos a los usuarios que es una ruta abierta a la participación. Al debate. A la conversación. Queremos escucharlos y que puedan dar sus opiniones, datos, anécdotas o experiencias personales. Es lo que llamamos “memoria colectiva”. Este valor añadido de la ruta es único e insustituible y de esa manera los usuarios se implican más y salen más satisfechos de ver que sus opiniones también cuentan.

Ha dado la casualidad en esta ruta, que mientras nos trasladábamos hacia un taller artesanal por el barrio de Ciutat Vella, un visitante nos contaba que de pequeño existía un taller artesanal de carpintería en una calle por la que pasábamos. Un taller que ahora ya no existe. Son datos que no se encuentran fácilmente o no se encuentran en ningún libro y que nosotros, y el resto de usuarios que nos acompañan, valoran.

  • Beneficios del Feedback:
    • Experiencia – aprendizaje
    • Valor personal
    • Multidireccional en RR.SS.
    • Diálogo con el público
    • Feedback real con los usuarios
    • Crear juicios críticos
    • Profesional se adapta a su público
    • Improvisación
  • A tener en cuenta:
    • La interacción debe ser voluntaria. No forzada.
    • Controlar tiempo a los usuarios.
    • Sin bidireccionalidad, no hay diferencia con una App o Audioguía.

d) Falta de entusiasmo del guía. “La audioiguía en versión humana”. La mecanización del discurso y la falta de innovación hace que los usuarios se aburran y que las visitas guiadas sean decepcionantes. Una pérdida de tiempo-dinero.

Hay que mostrar pasión por tu trabajo y por el patrimonio que nos rodea e ir innovando y cambiando cosas de las rutas, para evitar no sólo que los usuarios se aburran, sino que el propio guía se aburra de repetir una y otra vez siempre el mismo guión. Cosa que los usuarios también notan.

e) Inexistencia de material didáctico. Todo material didáctico que ayude a la comprensión, curiosidad y amenice la visita, ¡bienvenido sea! Pueden ser objetos para tocar, imágenes, poemas… El profesional debe tener en cuenta que no habla para él, sino para otras personas. Y los usuarios ya no se conforman sólo con escuchar. Quieren implicarse. Participar.  En nuestra ruta Camins Gremials tenemos una parte teórica y otra práctica, en los talleres. En algunos talleres, los usuarios pueden tocar las herramientas de los artesanos. Por ejemplo, en Abanicos Vibenca, bajo la directriz de Vicente, pueden pintar flores en un abanico, tal y cómo le enseño su padre.10805263_10152433466216439_1363202060_n

 No hace falta que todo el material didáctico sea para tocar o los típicos cuadernillos didácticos. A veces enseñando una imagen de un edificio que ya ha desaparecido o ha cambiado con el paso del tiempo o algún plano que explique la antigua configuración urbanística de la ciudad, por poner un ejemplo, ya cuenta. Hay diferentes tipos de material didáctico que podemos emplear.

f) El usuario es un receptor pasivo, no activo. En las rutas en usuario no participa activamente de la experiencia cultural. Sino que sólo se limita a escuchar. Hay muchas formas de hacerles participes. Ahora veremos algunas que utilizamos en la ruta Camins Gremials.10805265_10152433467396439_1897112166_n

  1. CLAVES PARA HACER UNA RUTA MÁS PARTICIPATIVA

a) USO DE NUEVAS TECNOLOGÍAS. Tablets, código QR, Realidad Aumentada (AR), Podcasts…

  • Tablet: Nosotros en la ruta Camins Gremials (y el resto de rutas que hacemos) utilizamos siempre la tablet para enseñar a los usuarios imágenes de lo que estamos explicando. De esta forma, mediante una imagen, facilitamos la comprensión del contenido. En la ruta Camins Gremials hablamos de oficios que han desaparecido, como el de tapiners, pedrapiquers, o que están en proceso desaparición o en peligro de desaparición. Un ejemplo de la posible desaparición de un oficio artesanal son los “velluters” (encargados de fabricar la seda). Enseñamos ilustraciones medievales en la tablet que ilustran los oficios o las herramientas que utilizaban los artesanos. Es una forma de ampliar la información de una manera visual. Este es nuestro caso, pero se puede utilizar para enseñar imágenes de planos, mapas, edificios antiguos que han ido cambiando con el del tiempo o desaparecido, personajes históricos, obras de arte, e incluso vídeos y archivos de sonido. Todo ello contribuye a mejorar la experiencia de los usuarios y a dinamizar el patrimonio.10751867_10152433485776439_918706829_n
  • Podcasts: Son grabaciones sonoras. En esta ruta no, pero en Camins de Conquesta y Camins Negres sí que lo utilizamos. Grabamos sonidos como cascos de caballos, choques de espadas, tambores, campanillas… sonidos que tienen relación con el contenido de la ruta y que crean cierta ambientación. Se trata de ir más allá y crear una experiencia sensitiva que ilustren nuestros relatos. Utilizar música de la época histórica de la que estamos hablando para ambientar el contenido también es un buen recurso didáctico.
  •  Códigos QR. Información extra para los usuarios digitales. Se trata de unos códigos que puedes escanear con tu smartphone y que te direcciona a una web, blog u otro espacio virtual donde hay información adicional de la ruta. Información que puede ser en forma de texto, imágenes o vídeo. Lo bueno de los códigos QR es que son fáciles de usar; Los usuarios pueden leer la información adicional durante o después de la ruta una vez escaneado el QR; Es un recurso económico de hacer, útil y que puede adaptarse a las necesidades del guía y de los usuarios.
  • Realidad Aumentada (AR). Nosotros, de momento, no la utilizamos, puesto que es muy costosa, pero realmente útil para interpretar el patrimonio. Últimamente se utiliza mucho la AR para recrear espacios arqueológicos. A través de una App, con tu tablet o smartphone, lo sitúas delante del yacimiento arqueológico o patrimonial y puedes ver una reconstrucción del mismo. Facilita la comprensión del patrimonio de una forma visual.

A tener en cuenta:

  • No abusar de ellas. Es una herramienta para complementar, no para distraer.
  • No utilizarlas sólo porque están de moda. Usarlas con un propósito concreto.
  • Saber utilizarlas y controlar su uso.
  • Crear contenido específico para cada ruta.
  • No obligar a nadie a utilizarlas.
  • Recurso para captar al público adolescente.
  • Mejora la experiencia del usuario,

b) USO DE REDES SOCIALES (participación online). La ruta no empieza sólo cuando se realiza in situ dicha visita. Sino que debe existir un antes, un durante y un después de esta. El antes sirve para despertar la curiosidad. El durante es la ruta en sí misma. Y el después sirve como recordatorio o para ampliar conocimientos. En CaminArt el uso de las redes sociales siempre ha estado presente desde el inicio. No hay que dejarlas apartadas, sino utilizarlas. Debemos tener en cuenta que la mayoría de la gente tiene un perfil en una u otra red social. Y en estos momentos, es el mejor canal de comunicación para llegar e informar a los usuarios de tu actividad. Y no sólo eso, es una de las mejores herramientas para hablar directamente con los usuarios. Una herramienta donde el feedback profesional – público es real. Un recurso donde ponerte en contacto con los usuarios y viceversa. Una herramienta que sirve para debatir, resolver dudas y responder preguntas, además de otros usos. Nosotros utilizamos bastantes de ellas, y todas tienen un fin. También sirven para crear y compartir contenido didáctico que utilizamos en nuestras rutas. Un contenido que animamos a los usuarios a que lo utilicen y compartan. Tenemos varias estrategias según red social. Vamos hablar de ellas:

  • El blog de CaminArt. Aquí hay información adicional a la web de cada una de nuestras rutas. Información que va desde el itinerario que realizamos, información básica de las rutas (horarios, lugar de salida, dificultad, idioma…) hasta explicaciones sobre el patrimonio que vamos a ver. Es lo que llamamos contenido pre-ruta. Una información que sirve a los usuarios para informarse, si lo desean, sobre el itinerario que vamos a recorrer. Algunas veces también creamos contenido post-ruta (después de la ruta) que básicamente es una crónica de la ruta, con información detallada del patrimonio que hemos visualizado durante todo el recorrido. O contenido extra, que por falta de tiempo, no hemos podido explicar. Muchas veces dicho contenido son pequeñas curiosidades o historietas.10811462_10152433469826439_1866581987_n
  • Facebook: Es la red social que más utilizamos y la que más seguidores tenemos. No sólo eso, es el principal canal de comunicación con nuestros usuarios. Aquí también realizamos el antes – durante – después.

 – El antes: subimos contenido de diferente índole que básicamente sirve para despertar la curiosidad a los usuarios y que deseen venir a conocer el patrimonio personalmente. Porque tengamos una cosa clara, nada equipara la experiencia a disfrutar del patrimonio in situ. Subimos contenido sobre los talleres artesanales que vamos a visitar durante el recorrido de Camins Gremials como fotos o información textual. Posts nuestros o de otras personas sobre los gremios, los talleres artesanales de Valencia o similares. Imágenes de los monumentos que vamos a visitar. Y por último, para informar sobre cuándo hacemos las rutas.1419833_10152433470821439_1320496316_n

– Durante: Mientras realizamos la ruta, subimos comentarios y fotos a tiempo real.

– El después: Una cosa que hacemos siempre en todas nuestras rutas es realizar una foto grupal, que posteriormente compartimos en nuestro Facebook como recordatorio para los usuarios. También subimos y compartimos fotos que hemos realizado durante toda la ruta. Así como agradecer personalmente a todo el mundo que nos ha acompañado durante la sesión.

  • Twitter: Antes de empezar la ruta, siempre advertimos a nuestro público que utilizamos las redes sociales, y que tenemos un hashtag para cada una de nuestras rutas para que ellos puedan compartir en Twitter sus opiniones, comentarios o fotos durante toda la ruta. Nosotros posteriormente compartiremos dicho contenido y si se crean bastantes tweets, los recopilamos y organizamos en un Storify, de manera que ese contenido siempre queda guardado tanto para los usuarios que nos han acompañado, como para otros que no han venido a la ruta y quieren disfrutar de un contenido histórico. Los animamos a que utilicen el hashtag #CaminsGremials para compartir lo que quieran tanto en Twitter, como en Instagram.10751572_10152433472396439_78386623_n 10799533_10152433472461439_162756262_n Además, a través del hashtag #CaminsGremials los usuarios pueden acceder a contenido adicional de la ruta como imágenes, ilustraciones, información de otra índole. Información que de otra manera no podrían conocer por falta de tiempo. También es una forma de atraer a los usuarios que nos siguen por Twitter. De despertarles la curiosidad para ver si se animan a realizar dicha visita con nosotros. Normalmente programamos dicho contenido a través de la herramienta Hootsuite, pero otras veces “tweeteamos” en tiempo real.
  • Instagram: Compartimos fotos a través del hashtag #CaminsGremials en tiempo real. También es una perfecta red social para realizar concursos de fotografía con nuestros usuarios. Que participen activamente durante la ruta o sin ella.10751632_10152433469936439_514399604_n
  • Pinterest: Es una red social que utilizamos bastante. Creamos álbumes de rutas con las fotografías que hemos realizado; álbumes de material didáctico que utilizamos en la tablet, como las ilustraciones medievales que utilizamos en la ruta Camins Gremials para ilustrar los oficios artesanales de antaño y algunas de las herramientas que utilizaban; y un álbum de bibliografía que empleamos para la investigación histórica. Muchas veces los usuarios quieren ampliar información después de la visita y nos preguntan por bibliografía para ampliar conocimientos. Creamos un álbum con mucha de la bibliografía que utilizamos en todas nuestras rutas para su disposición. Si tenemos artículos electrónicos sobre determinados temas y nos lo piden, sin ningún tipo de problema compartimos dicho material con ellos a través de su e-mail. Es un buen ejemplo de que la experiencia cultural no termina en la ruta, sino que continúa.10808137_10152433470406439_1081235195_n 10754906_10152433470306439_1245113337_n 10752107_10152433470361439_1332702709_n 10485613_10152433470601439_1195035335_n

c) PARTICIPACIÓN OFFLINE: Se puede hacer participar a la gente de muchas formas distintas con cosas tan simples como un juego de roles de personajes. En la ruta Camins de Conquesta o Camins Negres, se les entrega un nombre de algún personaje histórico antes de empezar la ruta. Alguno de estos usuarios, en determinados momentos, deberán salir y participar de una forma u otra. En Camins de Conquesta ó Bèl:lics, por ejemplo, hay lectura de poemas o citas textuales de personajes históricos. Voluntarios para demostrar alguna acción concreta, como en los talleres artesanales durante la ruta Camins Gremial. El método pregunta-respuesta suele funcionar bastante bien e implican a los usuarios. La memoria colectiva, donde los usuarios se animan a compartir experiencias, relatos propios que tengan relación con lo que se está viendo, datos históricos… Hay que animarles. Si ven que se les da carta blanca, al principio les costará, pero terminarán participando.

 d) FOTOGRAFÍAS. Animamos a los visitantes a que fotografíen durante nuestra ruta y a que las compartan con nosotros a través de las redes sociales. Nosotros posteriormente las compartiremos con todos nuestros seguidores. Qué la experiencia no termine en la ruta.

e) BACKSTAGE (antes-durante-después). Conversar con el público, del tema de la ruta u otros temas de interés antes de empezar, mientras nos desplazamos de un sitio a otro y después de la ruta. Como un grupo de amigos. Esto servirá para conocer mejor al público, conocer mejor sus inquietudes y necesidades, y por supuesto, para fidelizarlo. En grupos pequeños es mucho más fácil mantener este tipo de dialogo que en grupos numerosos.

f) MATERIAL DIDÁCTICO. Normalmente se utiliza el típico cuadernillo con actividades pedagógicas-creativas, dibujos para colorear, juegos de palabras, imágenes para adivinar o relacionar… hay múltiples recursos que se pueden emplear en estos cuadernillos didácticos. A mí, personalmente me gustan más aquellos materiales que se hacen para despertar la creatividad y curiosidad del usuario. Enigmas, búsqueda de elementos arquitectónicos…

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Una actividad didáctica que realizamos con los niños es una especie de juego de observación. Los alumnos/niños se unen por equipos (factor competitividad) y tienen que realizar y ganar una serie de retos o misiones. Cada vez que consigan un reto, ganaran una insignia. El equipo que más insignias gana será el vencedor del juego. Dicho juego se basa mucho en la observación y búsqueda de elementos, si,  pero también les obliga a estar atentos a las explicaciones, ya que en ellas están las claves para conseguir cumplir los retos.

Es interesante realizar este material didáctico (que no tiene porque ser sólo para niños) por sus finen pedagógicos, además de contener información complementaria. Este material didáctico también se puede combinar con el uso de las nuevas tecnologías (códigos QR, App, AR…)

g) CONTAR ANÉCDOTAS, CURIOSIDADES, LEYENDAS O HISTORIETAS. Son datos sentimentales, con cierto valor emocional u humano, sobre la historia de un lugar o un personaje, que calan más en el público y que recordaran posteriormente mejor que los datos históricos. Adaptamos las rutas mediante la narrativa de los cuentos para los niños, tal y cómo he explicado anteriormente.

h) OTRAS PROPUESTAS INTERACTIVAS. Gymkhanas fotográficas, búsquedas del tesoro, Greteers (personas que acompañan al guía y explican cosas más actuales y curiosas como por ejemplo que en tal cafetería iba tal personaje famoso o histórico a tomar café), uso de attrezzo (en Camins de Conquesta utilizamos una espada para armar caballeros a los niños que nos acompañan en la rutas familiares), turismo creativo, la gastronomía (probar algún alimento que tenga relación con la ruta), visitas teatralizadas (en Camins Gremials, Teresa, propietaria de la Casa Innsa, nos recibe vestida de dama medieval), realizar combos de ruta + taller/actividad.

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  1. COWORKING

Otro de nuestros objetivos era crear una red local de colaboradores con el fin de revitalizar os barrios de Valencia y dar a conocer el patrimonio inmaterial artesanal tradicional. Se trata de proyectos socio-culturales que buscan el cooperativismo mutuo.

En Camins Gremials no todo es teoría, sino también práctica. Visitamos varios talleres artesanales, donde es el propio artesano quien nos cuenta su experiencia. Estos artesanos (agentes externos) aportan un valor añadido a la ruta cultural. En los talleres nos enseñan su lugar de trabajo, las herramientas que utilizan a diario, y en algunos casos, los usuarios experimentan de primera mano dichos oficios artesanales. En definitiva, se trata de un patrimonio inmaterial desconocido. Esa sabiduría popular y el arte de un oficio que ha ido pasando de generación en generación y que hay que ponerlo en valor y darlo a conocer entre la población local, pues es su legado, su cultura, y entre todos aquellos visitantes que quieran descubrir otro punto de vista cultural.

  • Espai-Seda (calle del Hospital, 7). Es una tienda donde hay artículos realizados artesanalmente por los asociados del Colegio de Arte Mayor de la Seda. Lo que se recauda se destina íntegramente para la conservación del edificio y su colección. Espai-Seda nació con el objetivo de crear un espacio para enseñar a la ciudadanía su valioso legado cultural y concienciarla de que hay que ponerlo en valor, difundirlo, protegerlo y conservarlo. Hay que recuperar ese patrimonio sedero que fue tan importante en Valencia hace ya mucho tiempo. Los sederos valencianos, generación tras generación, han custodiado el edificio del Colegio de Arte Mayor de la Seda, su edificio gremial, el archivo y las colecciones (patrimonio material), además de mantener la tradición de esta institución y su identidad cultural (patrimonio inmaterial).

Es lo que nos explicaran las personas que trabajan aquí dentro. Nos enseñan no sólo la tienda, sino toda la organización interna y su pequeño espacio museístico lleno de telares y otros instrumentos que se utilizaban para la fabricación del “vellut”. Vicent, uno de los últimos “velluters” de España que trabaja con un telar manual, nos cuenta cómo se crea de la nada esas preciosas sedas mientras lo vemos trabajar con el telar. Es algo único ver como sus manos se desplazan por un montón de hilos, siguiendo un patrón y moviendo un mecanismo complicadísimo lleno de espolones para crear la seda, mientras escuchas de su boca que más pronto que tarde, nadie más verá como se fabrica ese “vellut” de forma artesanal, pues él ya es mayor y ya no tiene la paciencia, ni el tiempo para enseñar a alguien dicha sabiduría popular. Pues para aprender este oficio se necesitan años de trabajo, paciencia y constancia. Un patrimonio inmaterial que se perderá y seguramente no se recuperará.967857_10152433467126439_1644608925_n

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  •  Abanicos Vibenca (Calle Lope de Vega, 5). Vicente Benlloch es la 3º generación que se dedica al arte de los abanicos. Su abuelo y su padre pintaban abanicos. Este oficio y tradición artesanal pasó a él, pero con una ligera innovación en su taller. Vicente no quería pintar sólo abanicos. También quería fabricar sus propios modelos. Cuando visitamos el taller de Abanicos Vibenca, el artesano nos cuenta como se fundó este taller y cómo aprendió el oficio. Además, si hay poca gente, algunos visitantes pueden aprender unas cortas lecciones de decoración de abanicos siguiendo las directrices del artesano.10754944_10152433485091439_538087485_n
  • SantaMaría Orfebres (Calle Maldonado, 3). Elena y Carmen nos abre las puertas de su tienda y taller de orfebrería con los brazos abiertos. Este taller es el más antiguo de Valencia que está en uso de manera interrumpida. Data de 1870 y ellas son la 5º generación de su familia que se dedica a este oficio. El de la tradición del cincelado valenciano. SantaMaría Orfebres se han dedicado especialmente al aderezo y las peinetas valencianas. Pero también realizan otro tipo de trabajos como orfebrería religiosa. E incluso, un oficio de tantos años de tradición, también acepta innovaciones. Elena, una mente creativa e inquieta, diseña y fabrica joyas más actuales para poder ser usada en todo tipo de eventos o en la vida diaria. Una vez nos enseña su tienda y explica su funcionamiento y lo que hacen, pasamos al taller. Un taller lleno de herramientas y donde podemos ver como cincelan las peinetas y como cortan cada púa individualmente y artesanalmente.

Lo bueno de visitar estos talleres, es que tanto Elena, como sus hermanas, están abiertas a la conversación (igual que el resto de artesanos) y los visitantes se animan a preguntar todo tipo de cosas. Estos talleres despiertan la curiosidad por conocer cómo trabajan y cómo han adquirido sus conocimientos. Sin lugar a dudas, el dialogo que se establece entre los profesionales y los visitantes es una de las cosas que más gustan y amenizan la ruta y el patrimonio.10808029_10152433467436439_1932491804_n

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  • Casa Innsa. Teresa, propietaria del Innsa Hostel nos abre las puertas vestida de dama medieval y nos recibe dándonos paso al patio renacentista. Un oasis de tranquilidad y belleza en medio del barrio del Carmen. Allí nos cuenta la historia del palacete renacentista, el cual fue la casa-taller del pintor valenciano Juan de Juanes. Algo que la mayoría de los visitantes desconocen.

También nos cuenta cómo fue el proceso de restauración y rehabilitación. Pues a este patrimonio, declarado BIC, se le ha dado un nuevo uso. Tras las explicaciones, los visitantes descansan en la Casa Innsa mientras escuchan poesía. Y los que quieren pueden tomar un tentempié, pues la planta baja es también una cafetería-restaurante que cocina con productos valencianos, comprados directamente en el Mercat Central de Valencia. Desde luego es una forma diferente de conocer el patrimonio.

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Obrador de José Luis March (Calle de la Mare Vella). Es una casa-taller situada en el barrio del Carmen, junto a la torre islámica de la Mare Vella. Lo interesante de este lugar es que el taller ha perdurado en el tiempo, con su localización histórica, su estructura arquitectónica y con todas las características de un obrador de tradición gremial. Es un caso único en Valencia. Hoy incluso está habitada y en uso. José Luis March nos da paso primero a su espacio de vivienda y después, justo al lado, podemos entrar en su taller. Un taller que conserva mobiliario de más de 300 años de antigüedad, útiles y herramientas empleados por esos oficios artesanales que en la actualidad ya no se utilizan y que poseen un gran valor etnológico, maquinaria de carácter manual, hornos de cocción, tratados de arte, manuales de ornamentación para uso del taller, esculturas y pinturas que sirven como modelos para orientar la actividad de los artesanos u aprendices.

 Durante los últimos 100 años, este obrador ha mantenido su uso artesanal durante 4 generaciones de la misma familia, los cuales han realizado trabajos de orfebrería de forja, alfarería, talla de imágenes… este legado de patrimonio inmaterial, que ha perdurado de generación en generación, y que ha sobrevivido a la Guerra Civil y la Riada de 1957, está en peligro de desaparición por un proyecto del Ayuntamiento de Valencia en torno a los restos de la muralla islámica, que se encuentran justamente debajo del obrador de José Luis March. Así que estamos asistiendo a la posible desaparición de un patrimonio material e inmaterial. De ahí la importancia de poner en valor este trabajo y la del artesano y difundir dicho patrimonio a la ciudadanía.

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4. CONCLUSIÓN

En conclusión, desde nuestra propia experiencia, estos recursos que utilizamos para amenizar el patrimonio cultural funcionan con grandes resultados. No sólo consiguen que los usuarios se impliquen y participen en las rutas culturales de CaminArt, que interactúen, sino que toman parte activa en la puesta en valor y difusión del patrimonio. Se conciencian que deben protegerlo y conservarlo para que futuras generaciones puedan disfrutar de él. Y por nuestra parte, cumplimos los objetivos propuestos, que era el de dar a conocer el patrimonio desconocido de Valencia, realizar proyectos socio-culturales mediante el coworking, y además, fidelizamos público, ya que son muchos los que solos, en pareja o en grupo han repetido nuestras experiencias culturales y nos han recomendado a amigos y familiares. Así que no debemos estar haciéndolo tan mal, teniendo en cuenta estas perspectivas. Recordar, la clave para interpretar el patrimonio esta básicamente en la segmentación de públicos, la no mecanización del discurso, dejar margen para la improvisación, la participación activa de los visitantes y el uso de las nuevas tecnologías, las redes sociales y el material didáctico. Uniendo todo esto, que no es poco, conseguiremos involucrar a los usuarios en una experiencia cultural única y divertida.

4 comentarios en “CÓMO CONVERTIR NUESTRO PATRIMONIO EN UNA EXPERIENCIA SOCIAL Y DIDÁCTICA.

  1. Bravo! Estoy estudiando actualmente la asignatura de gestión cultural y cada vez me gusta más. Iniciativas tan pensadas como estas son las que valen la pena.

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