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PROHIBIDO TOCAR. ¿CÓMO AUMENTAR NUESTRA EXPERIENCIA EN UN MUSEO?
Cuando visitamos un Museo a mí a veces me surge una duda (recientemente me pasó en la exposición temporal del Titanic del Museo Marítimo de Barcelona) ¿cómo sabemos lo que podemos tocar y lo que no sino está señalizado y se ve que son replicas? e incluso ¿qué se puede hacer en un museo? Y por esta pregunta no me refiero sólo a visitar las exposiciones… sino ¿qué hay más allá de las exposiciones? Uno de los grandes problemas que se deberían solucionar y la razón de que nos preguntemos esto es: LA FALTA DE SEÑALIZACIÓN.
La gran mayoría de los museos no señalizan lo que SI se puede tocar, y amigos míos, eso no es un problema, es un problemon, ya que aunque los profesionales de los museos no se den cuenta, están disminuyendo considerablemente las experiencias de los visitantes. Sé que igual os parece algo simple esto de la señalización, pero creerme no lo es. Imaginaros que hay un incendio en el museo y no existe una señalización que nos indique la salida de emergencia… es inconcebible… pues ahora aplicar eso al diseño museográfico. Sabemos que lo que están en las vitrinas no se puede tocar. Pero ¿qué pasa con las reproducciones? ¿Con material didáctico o no? ¿Qué pasa con esa señalización? Lo que decía antes, aunque no lo parezca es un problema que existe en nuestras instituciones culturales.
Vamos hacer memoria. Cuando visitamos un museo, siempre vemos un “PROHIBIDO TOCAR”. En cambio cuando observamos escenografías, reproducciones y otros elementos no patrimoniales nunca vemos ninguna etiqueta, texto, señal o signo que indique que SÍ se puede tocar un determinado objeto. Igual tú sabes que si se puede tocar dicho objeto, pero no lo haces por miedo a que el segurata de turno o el auxiliar de sala vengan y te diga un “No se puede tocar”. Y esto hace que muchas veces cuando visitemos un museo estemos incómodos ante la escrupulosa mirada de este personal de los museos, y por consiguiente no disfrutamos de nuestra visita.
Habría que gestionar o pensar en métodos y tácticas que ayudarán a los visitantes a sentirse cómodos en los Museos. Aquí un factor muy importante es la confianza. La existencia de una confianza entre los profesionales con los visitantes. Hay que tomar las precauciones necesarias para conservar y proteger el patrimonio, y eso no hay nadie que lo ponga en duda. Pero ¿cómo logramos que los visitantes no se sientan incómodos?
Confiar y respetar a los visitantes. Hay que pensar que los visitantes están concienciados y sensibilizados con la cultura y que no van a ocasionar ningún daño a los bienes museísticos. Es más, aunque parezca mentira, estamos tan concienciados que nos da miedo incluso acercarnos demasiado a un lienzo o tocar una vitrina o un panel DM (que no afecta bajo ningún caso a los objetos expositivos). Justo en este punto es cuando a mi mente surge otra pregunta ¿por qué disfrutamos más en un Museo de Ciencias que en uno de histórico o de arte? La clave es que en el primero podemos experimentar de primera mano en la exposición. No hay ningún problema en tocar los botones, paneles, etc. Aprendemos practicando. Y esta es una de las razones por la que los Museos de Ciencias tienen tan gran acogida entre el público y siempre son un éxito. El público forma parte de la exposición.
Ya sé que no se puede comparar un Museo de Ciencia, donde hay muchas reproducciones, manipulativos, etc. con uno Arqueológico o de Arte. No es lo mismo. Lo importante aquí es crear recursos y herramientas manipulables, que no supongan un peligro para la conservación y protección de las piezas patrimoniales, para que los visitantes puedan disfrutar más su experiencia y satisfacción en dichos lugares haciéndoles participes de qué forman parte de la exposición, ya sea permanente o temporal. En la clave del éxito, tanto para niños como para la mayoría de los adultos, esta la participación, interactividad y dinamización de estos espacios que deben pasar de ser lugares cerrados y de culto a espacios activos, abiertos y sociales.
En los Museos de Arte, Historia o Arqueología hay que buscar nuevas fórmulas, ya sea offline como online, para ayudar a los visitantes a que se diviertan durante su visita, y de esa forma vuelvan una y otra vez al Museo. Que vean el museo no como un espacio de culto, sino como un lugar de ocio. Hay que cambiar la mentalidad de los museos tanto por dentro como por fuera. ¿Cómo? Cambiando su forma de gestión. Los visitantes se tienen que divertir, siempre salvaguardando y protegiendo las piezas patrimoniales y que no suponga ningún peligro. La seguridad aquí es primordial, que quede la cosa clara. Algunas fórmulas, métodos o cambios que se me ocurren ahora:
1) Aumentar los presupuestos para la realización de programas educativos
2) No poner tanto auxiliar de sala o personal de seguridad, que no hacen nada salvo vigilar e incomodar a los visitantes, sino a personas capacitadas y sociales que establezcan una conversación sobre arte, historia u otras cosas referentes a las piezas patrimoniales para que se establezca un debate bidireccional como podría establecerse una conversación en un café, en un mercado o en la plaza. Nos gusta el arte, la cultura, pero cuando entramos en un museo, parece ser un tema tabú el poder dialogar con las personas que están observando y disfrutando de algo con otras ¿Por qué? Lo ideal sería poder compartir sensaciones, gustos, opiniones sobre ese patrimonio, ¿no? por lo menos a mi me lo parece. Hace poco fui a la exposición de Goya de Caixa Forum de Barcelona y no se escuchaba ni un alma. Los vigilantes de sala te hacían sentir incomodo y la verdad es que aunque los dibujos y obras eran buenos, no termine de disfrutar la visita por una razón concreta: INCOMODIDAD
3) Crear espacios dentro de las salas donde se pueda experimentar. Un buen ejemplo es Caixa Forum. Sus espacios didácticos para niños son espectaculares. Con un diseño acorde a la exposición y con actividades y talleres de lo más variado, imaginativos y divertidos.
4) Creación de manipulativos, juegos didácticos, reproducciones que puedas tocar… los recursos son múltiples y variados. Y señalizarlo y dar instrucciones escritas.
POSIBLES SOLUCIONES PARA PASAR DE SER UN MUSEO-TEMPLO A UN MUSEO-ABIERTO
1) Incrementar la señalización. . A los visitantes les gusta que les indique que puedes y no puedes hacer, aunque sin abusar de este recurso. Si le ofreces indicaciones van a estar más seguros durante su visita y no causaran problemas. Indicar que objetos se pueden tocar con pegatinas, cartelas o paneles, incluso se puede indicar unas instrucciones de su uso y los pasos a seguir. Aunque sin abusar de este recurso.
También en los folletos o en las App de los museos se puede indicar donde se encuentran las actividades familiares o los touch me.
2) Incorporar elementos interactivos en los museos, como hizo en V&A Museum hace unos años, siempre indicando que dichos objetos si se pueden tocar y cómo. Y como hemos comentado arriba, poner unas pequeñas instrucciones al lado facilita la tarea a los visitantes y a los profesionales.

3) Información de porque no hay que tocar las piezas. También se puede indicar y explicar porque no hay que tocar las piezas. Los visitantes solo ven un “Prohibido tocar”, pero igual no entienden el por qué. Hay que pensar que los visitantes seguramente no trabajan, ni han trabajado en un museo nunca; ni están relacionados con conceptos como conservación, restauración, protección del patrimonio…
4) Realizar videos explicativos para niños, con muchas imágenes, sobre lo que se puede y no puede hacer en un museo. O mejor aún. En vez de indicar lo que NO se puede hacer, señalar lo que SI se puede hacer. Mirándolo desde la perspectiva positiva.
5) Aumentar el número de animadores socio-culturales que expliquen el significado de las obras o de un lugar; o simplemente para conversar y atender a los visitantes y hacer su visita más didáctica. Es primordial hacer sentir cómodos a los visitantes y no al contrario y aumentar su experiencia. Hace poco leí que un Museo, creo que de EE.UU. había creado una App que podía reunir a personas que se encontraban en un mismo espacio para poder hablar sobre intereses comunes, por ejemplo, sobre una determinada obra de arte, y así compartir opiniones y experiencias. Esto me parece muy útil, eficaz e interesante. Nuevas formas de aprendizaje y participación social abiertas.
6) Disminuir el número de los auxiliares de salas o la seguridad del personal. Vale más un animador cultural que 3 guardias de seguridad o auxiliares de sala, ya que los primeros, a diferencia de los segundos, dialogaran con los visitantes, aumentando su grado de satisfacción, a la vez que poder intercambiar opiniones, dudas y preguntas. Los otros, incomodan, te obligan a callar y están pendientes de todos tus pasos. Su función es mínima y no aporta nada positivo a los visitantes.
7) Tener en cuenta los deseos de los visitantes. Igual hay una sala expositiva que tiene armarios antiguos. Se pueden facilitar guantes para poder abrir este armario, que no acariciar y así poder saciar su curiosidad sobre que hay en su interior. Admítamelos. Somos unos cotillas, por lo menos yo, y muchas veces nos quedamos con las ganas de saber que habrá dentro del cajón; o de un bote de cerámica. También se pueden facilitar las reproducciones de los objetos museísticos, ya que es más seguro, como de armaduras, vestimentas, utensilios arqueológicos, etc.
8) No hace falta que todo sea tocar. También se puede reflexionar acerca de un objeto. El museo puede formular una pregunta al aire para los visitantes y estos pueden pensar o dialogar una respuesta. Un ejemplo: ¿Qué crees que está pensando esta mujer retratada? ¿qué conversación crees que tendrán los señores del lienzo? Habla a través de los personajes y crea un dialogo. ¿Qué representa este objeto? ¿qué te inspira este paisaje? ¿en qué sitio crees que se desarrolla la acción de este cuadro?… hay mil preguntas y más respuestas aún… sólo hace falta ingenio y mucha curiosidad. También se pueden crear juegos de geolocalización con el móvil; o juegos de pistas mediante las App. Incluso los códigos QR (un recurso útil y francamente barato que funciona muy bien en la exposición La escala de la Evasión de la Fundación Miró) son una maravillosa herramienta para hacer participar a los visitantes de la exposición. Otro ejemplo de la utilización de estos recursos no táctiles es la exposición, «Talk to Me» del MoMA.

9) Programación amplia y variada de actividades. Los artistas locales en el caso de Arte Contemporáneo son un componente relevante en dichos espacios. Los artistas pueden hablar con los visitantes de su trabajo: Como lo han hecho, que representa para ellos… y crear talleres entorno a sus exposiciones u obras.
10) Centrarse en un público familiar: si se trata de un museo donde van muchas visitas, hay que tener en cuenta a los niños para que no se aburran. ¿cómo se puede conseguir esto? Pues creando espacios especiales para ellos (un ejemplo esta en Caixa Forum); manipulativos, actividades para familias, etc. hacer cosas llamativas para ellos para que no vayan a tocar las piezas o vitrinas. El British Museum tiene un excelente programa para familias.
11) El público escolar, una fuente inagotable de ingresos e ideas. El público escolar, como el familiar deben estar presentes siempre en el programa museístico, ya que son una fuente importante de lo que debemos y no debemos hacer en un museo. Recordemos que son un público potencial durante 9 meses del año, así que hay que estar pendientes de sus necesidades y gustos. ¿cómo? Preguntándoles, experimentando con ellos el funcionamiento de nuevos recursos museísticos…
¿Vosotros que pensáis? ¿A favor o en contra de estas propuestas? ¿Tenéis alguna idea sobre cómo aumentar el grado de satisfacción de los visitantes en un museo? ¿Ejemplos?
Si queréis podemos crear un hashtag para Twitter para poder debatir más abiertamente sobre nuevas formas de aumentar la experiencia en los museos. Ya me comentáis.
PROHIBIT TOCAR. COM AUGMENTAR LA NOSTRA EXPERIÈNCIA EN UN MUSEU?
Quan visitem un Museu a mi a vegades em surt un dubte (recentment em va passar en l’exposició temporal del Titanic al Museu Marítim de Barcelona) Com sabem allò que podem tocar i el què no si no està senyalitzat i es veu que són repliques? i inclús què es pot fer en un museu? I per esta pregunta no em referisc sòls a visitar les exposicions… sinó què hi ha més enllà de les exposicions? Un dels grans problemes que caldria solucionar i la raó de que ens preguntem açò és: FALTA DE SENYALITZACIÓ.
La gran majoria dels museus no senyalitzen el què SÍ es pot tocar, i amics meus, açò no és un problema, és un problemó, ja què encara els professionals dels museus no es donen compte, estan disminuint considerablement les experiències dels visitants. Sé que igual vos pareix un aspecte simple açò de la senyalització, però creeu-me que no ho sé. Imagineu-se que hi ha un incendi en el museu i no existeix una senyalització que ens indique la sortida d’emergència… és inconcebible… doncs ara aplicar açò al disseny museogràfic. Sabem que allò que està en les vitrines no es pot tocar. Però, què passa amb les reproduccions? Amb material didàctic o no? Què passa amb esta senyalització? El què deia abans, encara què no ho semble és un problema que existeix en les nostres institucions culturals.
Anem a fer memòria. Quan visitem un museu, sempre veiem un «PROHIBIT TOCAR». En canvi, quan observem escenografies, reproduccions i altres elements no patrimonials mai vegem cap etiqueta, text, senyal o signe que indicia que SÍ que es pot tocat un determinat objecte. Igual tu saps que sí es pot tocar però no ho fas per por a que el segurata de torn o l’auxiliar de sala vinguen i et diguen «No es pot tocar». I açò fa que moltes vegades quan visitem un museu estem incòmodes davant l’escrupolosa mirada d’aquest personal dels museus, i, per tant, no gaudim de la nostra visita.
Caldria gestionar o pensar en mètodes i tàctiques que ajudaren als visitants a sentir-se còmodes en els Museus. Ací hi ha un factor molt important és la confiança. L’existència d’una confiança entre els professionals amb els visitants. Hi ha que prendre les precaucions necessàries per conservar i protegir el patrimoni, i açò no hi ha ningú que ho qüestione. Però, Com aconseguim que els visitants no es sentin incòmodes?
Confiar i respectar als visitants. Hi ha que pensar que els visitants estan conscienciats i sensibilitzats amb la cultura i que no van a causar ningun mal als bens museístics. És més, encara que semble mentida, estem tan conscienciats que ens fa por inclús apropar-nos massa a un llenç o tocar una vitrina o un panell DM (que no afecta en cap cas als objectes expositius). Just en aquest punt és quan a la meua ment sorgeix altra pregunta, per què gaudíem més en un Museu de les Ciències que en un Històric o d’Art? La clau és que en el primer podem experimentar de primera mà en l’exposició. No hi ha cap problema en tocar botons, panells, etc. Aprenem practicant. I aquesta és una de les raons del perquè els museus de ciències tenen una gran acollida entre el públic i sempre són un èxit. El públic forma part de l’exposició.
Ja sé que no es pot comparar un museu de ciència, on hi ha moltes reproduccions, manipulatius, etc. amb un arqueològic o d’art. No és el mateix. El què importa ací és crear recursos i ferramentes manipulables, que no suposen un perill per a la conservació i protecció de les peces patrimonials, per a què els visitants puguen gaudir més de la seva experiència i satisfacció en aquests llocs fent-los partícips de l’exposició, ja siga permanent o temporal. En la clau de l’èxit, tant per a xiquets com per a la majoria dels adults, està la participació, interactivitat i dinamització d’aquests espais que deuen passar de ser llocs tancats i de culte a espais actius, oberts i socials.
En els museus d’art, història o Arqueologia hi ha que cercar noves fórmules, ja siga offline com online, per ajudar als visitants a que es divertisquen durant la seva visita, i d’aquesta forma tornen una i altra volta al museu. Que vegen el museu no com un espai de culte, sinó com un lloc d’oci. Cal canviar la mentalitat dels museus tant per dins com per fora. Com? Canviant la seva forma de gestió. Els visitants es tenen que divertir, sempre salvaguardant i protegint les peces patrimonials i que no supose cap perill. La seguretat ací és primordial, que quede la cosa clara. Algunes fórmules, mètodes o canvis que se m’ocorren ara:
1) Augmentar els pressupostos per a la realització de programes educatius.
2) No posar tants auxiliars de sala o personal de seguretat, que no fan res més que vigilar i incomodar als visitants, sinó a persones capacitades i socials que establisquen una conversa sobre art, història o altres coses referents a les peces patrimonials per a que s’establisca un debat bidireccional com podria establir-se una conversació en un cafè, en un mercat o en la plaça. Ens agrada l’art, la cultura, però quan entrem en un museu, sembla ser un tema tabú el poder dialogar amb les persones que estan observant i gaudint amb altres. Per què? Allò ideal seria poder compartir sensacions, gustos, opinions sobre patrimoni, no? Almenys a mi m’ho sembla. Fa poc vaig anar a l’exposició de Goya de Caixa Fòrum de Barcelona i no s’escoltava ni un fil de veu. Els vigilants de sala et feien sentir incòmode i la veritat és que encara que els dibuixos i obres eren bons, no vaig acabar de gaudir la visita per una raó concreta: INCOMODITAT.
3) Crear espais dins de les sales on es puga experimentar. Un bon exemple és Caixa Fòrum. Els seus espais didàctics per a xiquets són espectaculars. Amb un Disseny acord amb l’exposició i amb activitats i tallers d’allò més diversos, imaginatius i divertits.
4) Creació de manipulatius, jocs didàctics, reproduccions que pots tocar…els recursos són múltiples i variats. I senyalitzar-lo i donar instruccions escrites.
POSSIBLES SOLUCIONS PER PASSAR DE SER UN MUSEU-TEMPLE A UN MUSEU-OBERT
1) Incrementar la senyalització. Als visitants lis agrada veure indicat el què pots fer i el què no, encara que sense abusar d’aquest recurs. Si li’s ofereixes indicacions van a estar més segurs durant la seva visita i no causaran problemes. Indicar quins objectes es poden tocar amb adhesius, cartel·les o panells, inclús es pot indicar les instruccions del seu ús i els passos a seguir. Encara que sense abusar d’aquest recurs.
També en els fullets o en les App dels museus es pot indicar on es troben les activitats familiars o els Touch me.
2) Incorporar elements interactius en els museus, com va fer en V&A Museum fa uns anys, sempre indicant que aquests objectes sí es poden tocar i com. I com hem comentat més amunt, posar unes instruccions al costat facilita la feina als visitants i als professionals.
El V & A Museum va fer una exposició temporal especial “Touch Me”, on es buscava que els visitants experimentaren amb els 5 sentits.
3) Informació de per què no hi ha que tocar les peces. També es pot indicar i explicar perquè no hi ha que tocar les peces. Els visitants sòls veuen un “Prohibit tocar”, però igual no entenen el per què. Hi ha que pensar que els visitants segurament no treballen, ni han treballat mai en un museu; ni estan relacionats amb conceptes com conservació, restauració, protecció del patrimoni…
4) Realitzar els vídeos explicatius per a nens, amb moltes imatges, sobre el què es pot i no es pot fer en un museu. O millor encara, en compte d’indicat el què NO es pot fer, assenyalar el què SÍ es pot fer. Enfocant-ho des de la perspectiva positiva.
5) Augmentar el nombre d’animadors socio-culturals que expliquen el significat de les obres o d’un lloc; o simplement per a conservar i atendre als visitants i fer la seva visita més didàctica. És primordial fer sentir còmodes als visitants i no al contrari i augmentar la seva experiència. Fa poc que vaig llegir que un museu, crec que de EE.UU. havia creat una App que podia reunir a persones que es trobaven en un mateix espai per poder parlar sobre interessos comuns, per exemple, sobre una determinada obra d’art, i així compartir opinions i experiències. Açò em sembla molt útil, eficaç i interessant. Noves formes d’aprenentatge i participació social obertes.
6) Disminuir el nombre d’auxiliars de sales o personal de seguretat. Val més un animador cultural que 3 guàrdies de seguretat o auxiliars de sala, ja què els primers, a diferència dels segons, dialogaran amb els visitants, augmentant el seu grau de satisfacció, a la vegada que poder intercanviar opinions, dubtes i preguntes. Els altres, incomoden, t’obliguen a callar i estan pendents de tots els teus passos. La seva funció és mínima i no aporta res positiu als visitants.
7) Tenir en compte els desitjos dels visitants. Igual hi ha una sala expositiva que té armaris antics. Es poden facilitar guants per poder obrir aquest armari, que no acariciar i així poder saciar la seva curiositat sobre que hi ha en el seu interior. Admetem-ho. Som uns cotilles, almenys jo, i moltes vegades ens quedem amb les ganes de saber què hi haurà dins del caixó; o d’un pot de ceràmica. També es pot facilitar les reproduccions dels objectes museístics, ja què és més segur, com d’armadures, vestimentes, utensilis arqueològics, etc.
8) No fa falta que tot siga tocar. També es pot reflexionar sobre un objecte. El museu pot formular una pregunta a l’aire per als visitants i aquests poden pensar o dialogar una resposta. Un exemple: Què creus que està pensant aquesta dona retratada? Quina conversació creus que tindrien els senyors del llenç? Parla a través dels personatges i crea un diàleg. Què representa aquest objecte? Què t’inspira aquest paisatge? En quin lloc creus que es desenvolupa aquest quadre? … Hi ha mil preguntes, i respostes més encara…sòls és necessari ingeni i molta curiositat. També es pot crear jocs de geolocalització amb el mòbil; o jocs de pistes mitjançant les App. Inclús còdecs QR (un recurs útil i francament econòmic que funciona molt bé en l’exposició “L’escala de l’Evasió de la Fundació Miró) són una meravellosa ferramenta per fer participar als visitants de l’exposició. Altre exemple de l’ús d’aquests recursos no tàctils és l’exposició «Talk to Me» del MoMA.
En el MoMA, va haver una exposició «Talk to Me» que explorava la comunicació entre els visitants amb els objectes de l’exhibició. Ací veiem un clar exemple de interacció “sense tocar”.
9) Programació amplia i variada d’activitats. Els artistes locals en el cas d’Art Contemporani són un component rellevant en aquests espais. Els artistes poden parlar amb els visitants del seu treball: Com ho han fet, qué representen per a ells… i crear tallers al voltant a les seves exposicions o obres.
10) Centrar-se en un públic familiar: si es tracta d’un museu on van moltes visites, hi ha que tindre en compte als xiquets per a què no s’avorrisquen. Com es pot aconseguir açò? Doncs creant espais especials per a ells (un exemple està en Caixa Fòrum); manipulatius, activitats per famílies, etc. fer coses cridaneres per a ells per a què no vagen a tocar les peces o vitrines. El British Museum té un excel·lent programa per a famílies.
11) El públic escolar, una font inesgotable d’ingressos i idees. El públic escolar, com el familiar, cal tindre’ls presents en el programa museístic, ja què són una font important d’allò que cal i que no cal fer en un museu. Recordem que són un públic potencial durant 9 mesos a l’any, així que hi ha que estar pendents de les seves necessitats i gustos. Com? Preguntant, experimentant amb ells el funcionament de nous recursos museístics…
Vosaltres què penseu? A favor o en contra d’aquestes propostes? Teniu alguna idea sobre com augmentar el grau de satisfacció dels visitants en un museu? Exemples?
Si voleu podem crear un hashtag al Twitter per poder debatre més obertament sobre noves formules d’augmentar l’experiència en els museus. Ja em comenteu.
Vaig poder visitar recentment el Museu de la Xocolata de Colònia i he de dir que em va encantar, tot i que els preus són un poc prohibitius (8euros) almenys la visita val la pena i no perquè el que hi ha siga únic, al cap i a la fi és informació que pots trobar en internet (sobre la història del producte, la manufacturació, el negoci que comporta, el merchandising) sinó perquè pots palpar moltes coses, que crec que és un element important. I no és un element baladí, sabeu que és el que menys m’agrada d’un museu? que són soporifers, no perquè el contingut siga avorrit, sinó perquè la majoria de vegades que he estat en un museu ha sigut de viatge, pegant voltes amunt i avall i si et claves en un museu, cansat, a més que la majoria tenen la calefacció i la calor no ajuda a estar despert, en fi que si un museu és interactiu el visitant està més actiu també, mentre que si és un museu molt passiu, el visitant acaba adormint-se també.
jajajaja esta comprovat que sempre, sempre que toquem alguna coseta en un museu ens ho passem molt millor XD sino, a partir d´ara, quant visites un museu, fes memòria del que et dic i ja voras com tinc raó XD
Tens tota la raó en el que has comentat! si sols vas exclusivamente un día a visitar un Museu, si aquest es molt passiu amb els visitants, sinònim de avorrit, igual encara aguantes la visita al Museo… pero clar… si vas en plan turista, tot el día amunt i avall visitant monuments com tú dius… quant entres a un museu, agotaet com estas, si es avorrit, t´adorms!! i el que es pijor… ixes més cansat i de mal humor!! cal canviar els mètodes de gestió dels museus… tenen que passar de ser espais inactius/passius a espais oberts i didàctics… ja no ens conformem en vore qualsevols imatge i text… això ho tinguem a internet!!!! el que volem es experimentar coses noves i noves sensacions. Moltes gràcies per el teu punt de vista. M´agradà que em contés experiències de museus d´Alemania. Bss.
Estoy de acuerdo con todo lo que propones. Sobre todo, con respecto al tema del No Tocar, creo que es fundamental construir el discurso de manera constructiva e informativa en lugar de optar por la prohibición. Los visitantes no tienen por qué saber qué materiales son más delicados o por qué una sala está a 50 lux y exactamente son ese tipo de curiosidades de insider las que más atraen a la gente. Y con los objetos «tocables» sucede lo mismo… ¡cuántas experiencias me habré perdido por no saber que se podía interactuar con uno u otro objeto!
En cuanto al tema de los espacios para niños, yo apostaría por no crear salas especiales -como sucede en Caixaforum, por ejemplo- sino encontrar la manera de integrar estas actividades en las propias salas. En los museos anglosajones se ven muchos niños sentados en el suelo dibujando o montando castillitos a lo Donald Judd 😀 y me encanta.
Hola Sara!! 🙂 me alegro que te gusten mis propuestas… ya sé que a corto plazo poner en práctica este tipo de «soluciones» es casi imposible, ya que son cosas bastante innovadoras en España (algunas medidas), que no en otros países, pero sería tan guay sólo que se aplicarán 4 medidas de las que he aportado… pero igual a largo plazo… si, si, ya se que es soñar demasiado.. y que estas cosas se quedan siempre en la parte teórica… pero es que estoy tan cansada de entrar y ver el mismo modelo de museo, de sentirme incomoda en estas instituciones a veces y no poder disfrutar al 100% las visitas muchas veces… casi siempre suelo salir decepcionada de alguna exposición temporal/Museo y muchas veces pienso «será cosa mia… que soy muy exigente» pero luego pienso en otros museos internacionales y no puedo parar de preguntarme y decirme a mi misma, que porque la gente allí se lo pasa bien en los museos y aquí suele ser muchas veces sinónimo de aburrimiento total… ainss nos queda un largo camino por recorrer para poder posicionarnos al mismo nivel que otros museos europeos o americanos…
La señalización es super importante!!! igual que nos gusta saber donde esta el baño, el guardarropa y una salida, yo creo que es vital señalizar cosas tan simples como saber si una replica se puede o no tocar…. tú y yo, y mucha gente por culpa de este problema, y por miedo a que nos digan que no, no hemos podido interactuar con dichos objetos… y eso da mucha rabia… porque en el fondo sabes que igual si puedes tocar dichos objetos….. ya te digo, hace muy poco me paso en la exposición temporal del Titanic… de ahí que me vengan tantas preguntas últimamente a la cabeza 😀
Me gusta, me gusta, y ME GUSTA mucho más tu idea que la mía!!! XD esa es una nueva aportación muy interesante XDD Tienes toda la razón!!! ¿porque no integrar los espacios didácticos en las salas expositivas? has dado en el clavo. ¿por qué no? la verdad es que sería algo digno de ver… aunque una vez más, en España lo veo muy difícil… pero la verdad es que integrando estas actividades en las salas expositivas se incrementaría la interacción con los objetos expositivos tanto para niños como adultos. Caixa Forum supongo que lo hará para mayor protección de las piezas…. hay que tener en cuenta que la mayoría de las obras, creo, no forman parte de su colección, sino que son prestadas… de todas formas, encontrar estos espacios siempre resultan gratificantes, ya que no son nada frecuentes en museos de arte, historia y arqueología, y además, piensas en un público familiar y infantil… algo que creo que los museos a veces no tienen demasiado en cuenta….
Creo que me enrollado un poquito demasiado… glups 😉 pero me encanta hablar contigo de temas museísticos… jijijij como siempre, muchas gracias por tus interesantes aportaciones y opiniones. Un saludo.
Estic d’acord amb tot el què dius.. la veritat és que vas amb por a tocar. A mi m’ha passat de veure una fletxa en una reconstrucció romana d’enginyeria anar a tocar-la i al segon el «segurata» dir-me que no es pot tocar. Al preguntar a companys el per què, dir-me que esta ja un poc usada la peça…. Si es fan manipulatius que siguen conscients que són per a tocar i que no posen que són i després et diguen que no pots tocar. M’encanten les teves propostes, no sòls tocar sinó dialogar i compartir, i acabar amb la por al shhttt típic de les biblioteques i els museus. Enhorabona 😀 Grans reflexions!
Eso suele suceder bastante a menudo u_u se crean elementos museográficos interactivos que se pueden tocar y luego se convierten en «objetos prohibidos». Para eso no hace falta invertir recursos económicos en estos elementos, si luego no se le va a dar el uso por el que se fabrico en un primer momento… además, todo Museo debe tener unos fondos destinados a mantenimiento… y igual que hay un mantenimiento de la luz, internet, limpieza, agua, etc. también debe existir un mantenimiento para los elementos museográficos. Muchas gracias por tú aportación Rosa. 😉
Uno de nuestros grandes fallos es que vamos muy por detrás de los intereses y necesidades de lo visitantes. Cuando hacemos proyectos expositivos o museográficos no tenemos en cuenta un montón de necesidades porque nunca se han tenido en cuenta; seguimos trabajando por inercia, con los criterios de siempre, con los presupuestos de siempre. No tenemos en cuenta la accesibilidad física o informativa, no cuidamos (ni valoramos) la labor de los auxiliares de sala, la didáctica se tiene porque hay que tenerla (cuando se tiene), los profesionales reciclamos nuestros conocimientos escasamente, etc. Creo que los visitantes debemos comenzar a demandar todo este tipo de cosas a través de blogs (como es el caso), las redes sociales, o mediante comentarios de viva voz; por el mejor medio a nuestro alcance. Es la manera de que la cosa se dinamice. Has hecho un estupendo «endecálogo» que me apunto para tener en cuenta 🙂
jajajajaja que me sonrojo 😀 muchas gracias!!!!!!!! me alegro que te guste mi «Endecálogo» XDD por supuesto, faltaría menos!!! si las pones en práctica, ya me dirás como ha ido la cosa. Estoy muy interesada en saber estas cosas!!! todo sea por convertir los museos en espacios abiertos y sociales.
Ojalá la gestión en los museos se cambiará no de un día para otro, pero poco a poco… va a costar cambiar ese modelo de pensar que como tú dices, no tiene en cuenta los intereses y las necesidades de los visitantes… yo siempre me digo a mi misma, ponte en el lugar del visitante. Si visitas un museo, que te gustaría ver y que no te gustaría ver. Parece que no, pero entonces las cosas cambian. Pero como siempre, tienes razón, en que los profesionales se han encasillado ya en una forma de hacer las cosas, y ya sea por miedo o por pereza no se actualizan y hacen las cosas como las han hecho toda la vida… y al final pasará un: «renovarse o morir», que es lo que les esta sucediendo ya a muchos museos que han tenido que cerrar por falta de recursos económicos…. con una autogestión, o por lo menos que una parte de sus gastos fuera autogestionable, las cosas cambiarían. Y estos ingresos se pueden conseguir con talleres, actividades, incluso si hacemos una exposición museográficamente más atractiva, donde los visitantes participen en ella, fijo que el número de entradas aumenta. Ya que este tipo de cosas, no se sabe como, se expande de boca a boca y al final, todo el mundo de la ciudad sabe que en tal museo hacen tal cosa.
jejeje. No sé si servirá de algo que escribamos este tipo de cosas en un blog, pero yo por lo menos me desahogo, digo como haría las cosas, y me da la oportunidad de conocer a muchas personas como tú, que piensan igual que yo 🙂 así que espero que por mucho tiempo, el blog sea una fuente de autocrítica cultural. Un abrazo