La museografía de la exposición “Titanic, the Exhibition” del Museo Maritimo de Barcelona

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La museografía de la exposición “Titanic, the Exhibition” del Museo Maritimo de Barcelona

La verdad es que tenía mucha curiosidad por ver esta exposición del Titanic, y más aún después de ver varias fotografías por internet.  Tras pasar por Barcelona e ir expresamente a verla, puedo decir que la exposición es entretenida y didáctica aunque con peros… y estos peros básicamente van aludidos al diseño museográfico.

A primera vista, tal y como podéis observar en estas imágenes de bajo, la exposición parece que va a ser fantástica, con estas reproducciones a escala real. Pero a medida que vas avanzando, cada vez eres más consciente de que existen unos grandes desequilibrios museográficos respectos con otras salas. Pero iremos paso a paso, analizando poco a poco.

Nada más empezar, a través de estas recreaciones donde ves maletas, paquetes, cajas de madera por un lado y enfrente de ti la entrada al barco pasando por una pasarela, no puedes parar de pensar que te sientes como si fueras en realidad un pasajero más del Titanic en pleno s. XX. Sólo faltaba la tripulación de abordo (auxiliares de la exposición) estuviesen disfrazados de la época para recibirte y darte la bienvenida mientras le entregarás el boleto del pasaje. La verdad es que cuando vi estas escenografías pensé “que guay” y un “me va a gustar esta exposición con estos montajes museográficos”.  Es lo que hemos hablado en otras ocasiones “hacer participes activos a los visitantes en los diseños museográficos”; o “vivir experiencias multisensoriales en los museos” ya que siempre aumentarán el grado de satisfacción de los visitantes, lo que posteriormente se traducirá en una mayor difusión de la exposición mediante el boca a boca o las RSS. Vamos, publicidad gratis para el Museo.

Tras pasar por el pasillo y entregarme un dispositivo móvil (audioguia) lo que me encontré fue algo muy distinto a lo que me pensaba tras ver estos montajes anteriores. Me decepciono un poco el diseño museográfico… que básicamente estaba compuesto por trozos de tela negro para dividir los espacios (ya ni siquiera habían paneles DM) y fotografías en color sepia y blanco-negro de gran formato y algunas vitrinas de vez en cuando con objetos reales que pertenecieron al Titanic o a sus pasajeros. Lo que pensé de repente fue un “¿12 euros por esto? ¿Para ver cuatro telas negras y 4 vitrinas que parecen descontextualizadas en todo el diseño museográfico? Lo de las telas me dio mala impresión, aunque si tienes poco dinero, la verdad es que es un recurso fácil y barato del que disponer para separar el espacio expositivo. Aunque da la impresión de pobre.

A lo largo del recorrido, el audioguía te guiaba por la exposición con ayuda de los números que había  en las fotografías y letras en el caso de las vitrinas. De la audioguia puedo decir que por una parte es muy cómodo para el visitante no tener que leer ningún texto. Además se trataban de explicaciones cortas de 1 minuto y pico de duración. Creo que nunca había ido a ninguna exposición que no tuviera que leer/ver algún texto para enterarme de que iba. Es cómodo disfrutar de la exposición mientras escuchas al interlocutor hablar y explicar el discurso expositivo. También me gusto que a lo largo de las explicaciones hubiera sonidos relacionados con el barco, aumentando así la experiencia multisensorial a través de los sonidos y la música. De esta última, aunque me parece bien el uso de la BSO de Titanic, todo tiene un límite. Al final cansaba que te pusieran una y otra y otra vez la misma sintonía musical para casi todas las explicaciones. Como cierto es que al final te cansaba las explicaciones de las audioguía (se abuso demasiado de su uso) y los visitantes por el final de las salas básicamente no le daban uso a este sistema.

La audioguia mayoritariamente hablaba de los pasajeros del Titanic, sus experiencias a través de cartas, los cargos que tenían en el barco, los objetos que se encontraron… también me sorprendió un poco ver cómo sin más habían ciertos objetos que se notaban que eran reproducciones que no sabías si estaban ahí para poder tocarlas a modo de touch-me o simplemente estaban por decoración. En el caso de esta última, sólo puedo decir que “qué poco gusto” ya que quedaban mal, parecían un pegote y todos los visitantes pasaban olímpicamente de estas reproducciones sin mirarlas si quiera; en el caso de que fueran manipulativos, no estaría mal que indicarán que esos objetos pueden ser tocados por los visitantes sin ningún problema, ya que sino la gente no se inmuta al ver estos objetos o reproducciones, perdiendo así la funcionalidad original que se había pensado en el diseño museográfico. En la fotografía de abajo vemos un timón de barco. En este caso aunque no había ningún cartel de “prohibido no tocar”, algunos visitantes que había delante de mí se atrevieron durante unos segundos a comprobar que se sentía al gobernar un barco.

Un recurso museográfico que se utilizo también fue los dioramas. Un diorama es una herramienta educativa que sirve para transmitir información de forma didáctica a través de imágenes y objetos para recrear una escena. En este caso teníamos un diorama de la escalera central del gran salón compuesto por una gran fotografía y el suelo estaba realizado con baldosas de verdad.

Luego estaban ya las escenografías más complejas, donde a escala real se recreaba desde un dormitorio de la primera clase, un salón particular de una habitación de primera clase, el puesto de mensajería (telégrafo) hasta un dormitorio con literas de tercera clase.

Lo interesante de estas escenografías, en las que no podías entrar era observar cada pequeño detalle. Desde el papel pintado de las paredes, hasta las ropas de la época, las lámparas, el mobiliario… y luego estaban las reproducciones, como la del pasillo donde podías entrar por dentro para poder pasar a la siguiente sala expositiva. Realmente esto era de lo que más gustaba a los visitantes. Ya que sentías que estabas realmente en el interior del barco, recorriendo esos pasillos como una tripulante más.

 

Otra cosa en lo que me fije mucho fue en la iluminación. En algunos casos estaba muy bien conseguida, ya que con filtros de color azul, lo que hacían era recrear las profundidades del océano proyectando dicha luz azul por las paredes, los techos y los suelos. Es otro recurso barato para crear sensaciones a los visitantes. En este caso, aunque sé que la foto está un poco borrosa, se puede observar cómo se utiliza este recurso en la iluminación. Pero aquí quiero centrarme más en el “iceberg del fondo”. Es hielo de verdad. El interlocutor del audioguia animaba a los visitantes a tocarlo y ver cuantos segundos aguantabas sin apartar la mano. Esto se hacía para explicar lo fría que estaba el agua aquella noche. Se buscaba crear sensaciones mediante esta sencilla interactividad donde el visitante sintiera cierta empatía por los pasajeros del Titanic que tuvieron que estar en las aguas del Atlántico durante horas esperando el rescate y lo mal que lo debieron de pasar. Muchas personas murieron congeladas ese trágico día.

A modo de conclusión:

Ventajas:

1) No hay que leer ningún texto, ya que la información la escuchas a través de un dispositivo móvil

2) Las reproducciones a escala real

3) Accesibilidad: No sólo que te ofrecieran las audioguías en distintos idiomas, sino que la exposición estaba condicionada para personas con discapacidad visual mediante paneles con lenguaje braille o algo tan simple como que los pasillos y espacios entre vitrinas y otros objetos, tuvieran las midas necesarias para que tanto carritos de bebe como sillas de ruedas pudieran pasar y circular con total facilidad por cada espacio expositivo.

4)La interacción con el iceberg, ya que a los visitantes les gusta y experimentan con este recurso museográfico.

Inconvenientes

1) El precio de la entrada de la exposición es cara = 12 euros

2) El abuso del recurso del audioguía

3) La apariencia del diseño expositivo, sin paneles DM, sólo con telas, que resulta  pobre.

4) La desinformación de si algunos objetos son o no manipulativos (touch me)

¿Y vosotros? ¿Qué pensáis?  ¿Os gusto la exposición?

http://www.mmb.cat/exposicions.php?idm=1&pagina=21&codi_tipus_exp=37&codi_exp=433&estic=1

 

La museografia de l’exposició «Titanic, the Exhibition» del Museu Marítim de Barcelona


La veritat es que tenia molta curiositat per veure aquesta exposició del Titànic, i més encara després de veure diverses fotografies per Internet. Després d’anar a Barcelona i anar expressament a veure-la, puc dir que l’exposició és entretinguda i didàctica encara què té alguns peròs… i aquests peròs bàsicament van aludits al disseny museogràfic.

A primera vista, com podeu observar a les imatges de sota, l’exposició pareix que va a ser fantàstica, amb aquestes reproduccions a escala real. Però a mesura que vas avançant, cada vegada eres més conscient de que existeixen grans desequilibris museogràfics respecte a altres sales. Però, anirem pas a pasa, analitzant poc a poc.

Ja al començar, mitjançant estes recreacions on veus les maletes, paquets, caixes de fusta per una banda i enfront de tu l’entrada al vaixell passant per una passarel·la, no pots parar de pensar que et sents com si fores en realitat un passatger més del Titànic en ple s.XX. Sòls faltava la tripulació de bord(auxiliars de l’exposició) que  estigueren disfressats de l’època per a rebre’t i donar-te la benvinguda mentre li entregues el bitllet del passatge. La veritat és que quan vaig veure aquestes escenografies vaig pensar «que guai» i un «em va agradar aquesta exposició amb aquests muntatges museogràfics». És el què hem parlat en altres ocasions «fer partícips actius als visitants en els dissenys museogràfics; o «viure experiències multi-sensorials en els museus» ja què sempre augmentara el grau de satisfacció dels visitants, el què posteriorment es traduirà en una major difusió de l’exposició mitjançant el boca a boca o les RSS. És a dir, publicitat gratuïta per al Museu.

Després de passar pel corredor i entregarme un dispositiu mòbil (audioguia) el què em vaig trobar fou una cosa molt distinta a la què em pensava després de veure els muntatges anteriors. Em va decepcionar un poc el disseny museogràfic.. que bàsicament estava compost per trossos de tela negra per a dividir els espais (ja no hi havia ni tan sols panells DM) i fotografies en colos sepia i blanc-negre de gran format i de vegades algunes vitrines amb objectes reals que varen pertànyer al Titànic o als seus passatgers. El què vaig pensar de sobte fou un 12 euros per açò? Per a veure 4 teles negres i 4 vitrines que pareixen descontextualitzades de tot el disseny museogràfic? Allò de les teles em va donar mala impressió, encara que si tingués pocs diners, la veritat és que és un recurs fàcil i barat del què disposar per separar l’espai expositiu. Encara que dona la impressió de pobre.

Al llarg del recorregut, l’àudio guia et guiava per l’exposició amb ajuda dels nombres que hi havia en les fotografies i lletres en el cas de les vitrines. De l’àudio guia puc dir que per una banda és molt còmoda per al visitant no tindre que llegir cap text. A més, es tractava d’explicacions curtes d’1 minut i pico de duració. Crec que mai havia anat a una exposició que no tinguera que llegir / veure algun text per assabentar-me de què anava. És còmode gaudir de l’exposició mentre escoltes al interlocutor parlar i explicar el discurs expositiu. També em va agradar que al llarg de les explicacions hi haguera sons relacionats amb el vaixell, augmentat així l’experiència multi sensorial mitjançant sons i música. D’aquesta última, encara que em sembla bé usar la BSO de Titànic, tot té un límit. Al final cansava que et posaren una i altra vegada la mateixa sintonia musical per a quasi totes les explicacions. Com cert és que al final et cansava les explicacions de les àudio guies (es va abusar massa del seu ús) i els visitants pel final de les sales bàsicament no donaven ús a aquest sistema.

L’àudio guia majoritàriament parlava dels passatgers del Titànic, les seves experiències a través de cartes, els càrrecs que tenien en el vaixell, els objectes que es trobaren… També em va sorprendre un poc veure como sense més hi havia certs objectes que es notaven que eren reproduccions que no sabies si estaven ací per poder tocar-les a mode de touch-me o simplement estaven per decoració. En el cas d’aquesta última, sòls puc dir que «quin mal gust» ja què quedava mal, semblaven un pegot i tots els visitants passaven olímpicament d’aquestes reproduccions sense ni tan sòls mirar-les; en el cas de que foren manipulatius, no estaria mal que indicaren que aquests objectes podien ser tocats pels visitants sense cap problema, ja què sinó la gent no s’immuta al veure aquestes objectes o reproduccions, perdent així la funcionalitat original que s’havia pensant en el disseny museogràfic. En la fotografia de sota vegem un timó de vaixell. En aquest cas encara que no hi havia cap cartell de «prohibit no tocar», alguns visitants que estaven davant meua s’atreviren durant uns segons a comprovar què es sentia al governar un vaixell.

Un recurs museogràfic que s’usà també foren els diorames. Un diorama és una ferramenta educativa que serveix per transmetre informació de forma didàctica mitjançant imatges i objectes per recrear una escena. En aquest cas teníem un diorama de l’escala central del gran saló compost per una fotografia i el sòl estava realitzat amb rajoles de veritat.

Després estaven ja les escenografies més complexes, on l’escala real es recreava des d’un dormitori de primera classe, un saló particular d’una habitació de primera classe, el lloc de missatgeria (telègraf) fins un dormitori amb lliteres de tercera classe.

Allò interessant d’aquestes escenografies, en les què no podies entrar per observar cada xicotet detall. Des del panell pintat de les parets, fins les robes de l’època, les làmpades, el mobiliari.. i després estaven les reproduccions, com el corredor on podies entrar per poder passar a la següent sala expositiva. Realment açò era del què més li agradava als visitants. Ja que senties que estaves realment en l’interior del vaixell, recorrent aquests corredors com un tripulant més.

Altre aspecte en el què em vaig fixar molt fou la il·luminació. En alguns casos estava molt bé aconseguida, ja què amb filtres de color blau, el què feien era recrear les profunditats del oceà projectant aquesta llum blava per les parets, els sostres i els sòls. És un altre recurs barat per crear sensacions als visitants. En aquest cas, encara que sé que la foto està un poc borrosa es pot observar com s’usa aquest recurs en la il·luminació. Però ací vull centrar-me més en el «iceberg del fons». És gel de veritat. L’interlocutor del àudio guia animava als visitants a tocar-lo i veure quants segons aguantaven sense apartar la mà- Aquest es feia per explicar com de freda estava l’aigua aquella nit. Es buscava crear sensacions mitjançant aquesta senzilla interactivitat on el visitant sentira certa empatia amb els passatgers del Titànic que varen estar en les aigües de l’Atlàntic durant hores esperant el rescat i com de mal ho degueren passar. Moltes persones moriren congelades aquest tràgic dia.

A mode de conclusió:

Avantatges:

1) No hi ha que llegir cap text, ja què la informació l’escoltes mitjançant un dispositiu mòbil.

2) Les reproduccions a escala real.

3) Accessibilitat: No sòls que t’oferiren les àudio guies en diversos idiomes, sinó que l’exposició estava condicionada per a persones amb discapacitat visual mitjançant panells amb llenguatge braille o alguna cosa tan simple com que els corredors i espais entre vitrines i objectes, tingueren les mides necessàries per a què tant carrets de bebè com cadires de rodes pogueren passar i circular amb total facilitat per cada espai expositiu.

4) La interacció amb el Iceberg, ja què els visitants lis agrada i experimenten amb aquest recurs museogràfic.

Inconvenients

1) El preu de l’entrada de l’exposició és cara =12 euros

2) L’abús del recurs de l’àudio guia

3) L’aparença del disseny expositiu, sense panells DM, sòls amb teles, que resulta pobre.

4) La desinformació de si alguns objectes són o no manipulatius (touch me)

I Vosaltres? Què penseu? Vos va agradar l’exposició?

http://www.mmb.cat/exposicions.php?idm=1&pagina=21&codi_tipus_exp=37&codi_exp=433&estic=1

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9 comentarios en “La museografía de la exposición “Titanic, the Exhibition” del Museo Maritimo de Barcelona

  1. ¡Gracias por la visita! Lo has explicado tan detalladamente que tengo la impresión de haberla visto 🙂

    La idea del iceberg me parece interesante y demuestra cómo puedes conseguir una imagen icónica de la exposición -seguro que a nadie se le olvida ese detalle- con muy poco.

    ¿Cuál te pareció que era el objetivo último de la exposición? Porque con este tipo de montajes yo suelo quedarme un poco indiferente, es decir, ¿se trata únicamente de recrear el Titanic y recordar lo que pasó? A veces estas exposiciones-espectáculo se limitan a constatar, pero no introducen ningún enfoque más allá y me da la impresión de que caen en el efecto parque temático -en plan de que te lo pasas bien como espectadora, pero cuando lo analizas como profesional no le ves mucho contenido-.

    1. Hola Sara! la verdad es que la idea del iceberg es genial. Es un poco como lo del MUVIM con su bombón, nadie se olvida de ello 🙂

      Yo creo que el discurso expositivo giro entorno a los objetos de los pasajeros que tenían en primera instancia… porque se le dio mucha más relevancia a los pasajeros, sobre todo a la tripulación que estaba al mando, que al hundimiento y el barco en si. Creo que lo que se pretendía era lograr una conexión, una empatia entre los pasajeros del Titanic con los visitantes haciendo participes a estos últimos de las experiencias que vivieron la gente antes, durante y en algunos casos después de su estancia en el Titanic y a raíz de ahí gira toda la historia. Igual, en cuanto a diseño me hubiese gustado más un giro expositivo por salas/estancias del barco por diferentes niveles… desde las salas de las calderas, subiendo a 3r clase y 2r clase, 1r clase y las salas como el gran comedor, la sala de mandos, etc. y sobre todo encontrar más manipulativos como por ejemplo, poder probarte un chaleco salvavidas o subirte en un bote salvavidas; poder descifrar y escribir un SOS en código morse; etc.
      Ya te digo que aunque el discurso expositivo esta bien y es ameno, en lo referente al diseño yo quede un poco decepcionada…me esperaba algo más… te recomiendo que entres en la web del museo del Titanic de Belfast. Eso si que es un museo como dios manda!! lleno de experiencias multisensoriales, con un diseño museográfico espectacular… y no digo nada más para no desvelarte la sorpresa 🙂

      Como siempre, muchas gracias por tu interés.

      1. Uf, ¡el museo de Belfast tiene muy buena pinta! Me gustan mucho tus propuestas: lo de probarse un chaleco salvavidas sería -además de muy efectivo para lograr esa empatía de la que hablas- divertido, instructivo y terriblemente barato. A veces me sabe mal insistir tanto en el tema de los costes económicos, pero es que he oído tantas veces el argumento del presupuesto para justificar una exposición aburrida y convencional que creo que es necesario reivindicar que la creatividad no depende del dinero -aunque sí que es cierto que para ser creativo se necesita tiempo para pensar y no en todas partes se considera que pensar sea productivo y rentable-.

        Me encanta que menciones EL BOMBÓN. Es el ejemplo perfecto de como una cosa muy pequeña puede marcar la diferencia y hacerte súper feliz 🙂

  2. Estoy totalmente de acuerdo contigo! 🙂 Es importante insistir en los costes económicos siempre, y haces bien en remarcarlo, no hacen falta grandes presupuestos para hacer todas estas cosas (aunque esta claro que el dinero ayuda)… lo único que hace falta es ser un poco creativo y tener imaginación, y como digo siempre, ponerse en el papel del espectador/visitante. ¿qué me gustaría ver a mi si visitará la exposición? Muchas veces se puede dar el efecto contrario… tener un gran presupuesto y hacer una birria de exposición y todo se debe al mismo problema: la falta de planificación, de un proyecto museológico y museográfico en condiciones (con su plan económico, de comunicación…) simplemente hace falta cambiar nuestra mentalidad de gestión…. y ya con que hagamos eso, yo creo que es un paso importante que se habrá dado

    1. Hola buenos dias, me ha gustado tu critica y me gusta ver que hay personas que saben analizar bien lo que ven, ¿ te dedicas al tema…? bueno hablas de un tema que conozco bastante bien, Titanic, de hecho he realizado todas las maquetas y decorados que en ella se exiben…. Estoy completamente de acuerdo contigo, y solo decirte que les he presentado infinidat de proyectos que hubieran cambiado la expo, de una manera mas interactiva, con mas participacion por parte del espectador simplemente lo que tu explicas,…… pero bueno tampoco tienen el detalle de publicitar mi autoria como realizador de algo, que tanto como tu, la mayoria del visitantes valoran y que seguramente es lo mas currado de la muestra……( y no pretendo ser pedante….) Gracias por tus comentarios….

  3. Hola Enric! muchas gracias 🙂 profesionalmente no me dedico a la museografía aún (joven con estudios pero sin experiencia – sin contar las prácticas – y con este paro está muy difícil), pero me apasiona todo lo relacionado con los museos y la gestión cultural como ya te habrás dado cuenta 😉

    Pues felicidades! las reproducciones, dioramas y escenografías eran una delicia para la vista. Lo hubieran sido aun más de haberse podido tocar y experimentar por uno mismo lo blandito que estaba la cama de una litera; conocer el tacto de las vestimentas; lo frío que estaba la cuberteria de plata… aún así, la gente se quedaba con estos elementos expositivos que creaste y no con las explicaciones del audioguía, los objetos o las imágenes de objetos y personas del Titanic.

    Habría sido genial que la exposición fuera mucho más interactiva y participativa, pero me alegra leer tus palabras. ¿Nos cuentas algún ejemplo? no se porque desde los museos se insiste en no arriesgar más por estas prácticas participativas en sus exposiciones, cuando de hacerlo el éxito esta asegurado. Pero de verdad, que me gusta saber que no es por parte de algunos creativos como tú. No es falta de ideas, imaginación, innovación y creatividad, sino problema de los museos en si. De no cambiar, por miedo, y hacer las cosas como siempre lo han hecho, cuando está claro que la información unidireccional no esta de moda y ya no interesa a nadie. Muchas gracias por tu comentario. Un saludo

    1. Muchisimas graciaaaaaaas Sofia!! XDD Me encante que te encante, jijij y por supuesto estas más que invitada a pasearte por el blog y nuestra página de Facebook tantas veces como quieras. Un saludo

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