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¿DECLARAR UN BIEN CULTURAL ES SINÓNIMO DE CONGELACIÓN?
Esta pregunta se quedó amargamente en mi pensamiento cuando hice el curso de ¿Cómo promocionar exitosamente un Bien Cultural? En el Centro de Formación Permanente de la UPV. Un curso que recomiendo, pues de forma frenética, te enseñan como se puede declarar BIC, tanto material como inmaterial, de la mano de unos profesores y conferenciantes excepcionales, entre ellos Georges Zouain (miembro de la UNESCO) o Salvador Lara (Arquitecto profesor de la UPV). Os adjunto el programa.
Esta pregunta fue el resultado de la exposición de una serie de proyectos enfocados a la impostación para Bien Cultural o Bien de Relevancia Local. No obstante, muchos de ellos se quedaban en poco más que un trabajo escolar, pues se consideraba que al declararlos BIC se perdía la flexibilidad para dar rentabilidad al lugar. Es el caso de l’Horta Valenciana, un espacio con un patrimonio arquitectónico, ecológico, etnológico, hidráulico, sociológico y cultural impresionante, que por desgracia poco a poco se está abandonando. Se propuso en el proyecto de clase hacerlo BIC: Parque Cultural.
No obstante, no era una idea exitosa. ¿Por qué? Porqué si se declara BIC es sinónimo de musealización del espacio y, por lo tanto, de su congelación absoluta para cualquier actividad económica que se quiera desarrollar allí. En mi opinión, ésta es la base de gran parte de la conflictividad cultural existente hoy en día, porque si asocias declarar un espacio o un edificio BIC en un elemento estático e inmóvil en el tiempo, estás declarando ese espacio muerto. Y no es así. Al declararlo le otorgas un valor, un sentimiento social. Claro está que con sólo la declaración el espacio continúa igual y su difusión será mínima. En este momento, es cuando hay que empezar la difusión y la dinamización del lugar. No se puede permitir que con sólo el nombramiento de BIC el espacio ya está protegido, porqué sólo estará protegido cuando la gente lo sienta como suyo propio, como un elemento de valor, y eso no se consigue con la concepción de algo cultural es algo congelado. Este punto creo que es el abismo que hay entre la gran mayoría de la sociedad y la valoración de los BIC. Porqué, ¿Cuántas veces hemos oído a gente diciendo es que si hago una obra y me sale algo, yo lo taparía para que no me la parasen, o, no quiero que mi edificio sea declarado nada porque supone atarme de pies y manos? Esta percepción de los BIC como barreras en el día a día, hay que cambiarla. Hay que dinamizar estos lugares, pensar actividades económicas que le otorguen valor económico y social, y, sobretodo, hacer una buena difusión para la gente que en ese momento le parece un “problema” estar relacionados con un BIC, pasen a sentirse orgullosos de él.
Fotos de l’Horta extraídas del Facebook de Horta Viva: https://www.facebook.com/media/set/?set=a.186247203368.120541.182676423368&type=3
¿DECLARAR UN BÉ CULTURAL ÉS SINÒNIM DE CONGELACIÓ?
Aquesta pregunta se’m va quedar amargament en el meu pensament quan vaig fer el curs de ¿Cómo promocionar exitosamente un Bien Cultural? En el Centre de Formació Permanent de la UPV. Un curs que recomane, ja que de forma frenètica, t’ensenyen com es pot declarar un BIC, tant material com immaterial, de la mà d’uns professors i conferenciants excepcionals, entre ells Georges Zouain (membre de la UNESCO) o Salvador Lara (Arquitecte professor de la UPV). Vos adjunte el programa.
Aquesta pregunta fou el resultat de l’exposició d’una sèrie de projectes enfocats a la impostació per a Bé Cultural o Bé de Rellevància Local. No obstant, molts d’ells es quedaven en poc més que un treball escolar, ja què es considerava que al declarar-los BIC es perdia la flexibilitat per a donar rendibilitat al lloc. És el cas de l’Horta Valenciana, un espai amb un patrimoni arquitectònic, ecològic, etnològic, hidràulic, sociològic i cultural impressionant, que per desgracia poc a poc s’està abandonant. Es va proposar en el projecte de classe fer-lo BIC: Parc Cultural.
No obstant, no fou una idea amb èxit. Per què? Perquè si es declara BIC és sinònim de musealització de l’espai i, per tant, de la seva congelació absoluta per a qualsevol activitat econòmica que es vulga desenvolupar allí. En la meua opinió, aquesta és la base de gran part de la conflictivitat cultural existent a dia de hui, perquè si associes declarar un espai o un edifici BIC en un element estàtic i immòbil en el temps, estàs declarant aquest espai mort. I no és així. Al declarar-lo li atorgues un valor, un sentiment social. Clar està que sòls amb la declaració, l’espai continua igual i la seva difusió serà mínima. En aquest moment, és quan hi ha que començar la difusió i la dinamització del lloc. No es pot permetre que amb sòls un nomenament de BIC l’espai ja està protegit, perquè sòls estarà protegit quan la gent ho senta com seu, com un element de valor, i açò no s’aconsegueix amb la concepció de que alguna cosa cultural és alguna cosa congelada. Aquest punt crec que és l’abisme que hi ha entre la gran majoria de la societat i la valoració dels BIC. Perquè, quantes vegades hem escoltat a gent dient: es que si faig una obra i em trobe alguna cosa, jo la taparia per a què no l’aturaren, o, no vull que el meu edifici siga declarat res perquè suposa lligar-me de peus i mans? Aquesta percepció dels BIC com barreres en el dia a dia, hi ha que canviar-la. Hi ha que dinamitzar aquestos llocs, pensar en activitats econòmiques que li atorguen valor econòmic i social, i, sobretot, fer una bona difusió per a la gent que en eixe moment li’s sembla un «problema» estar relacionats amb un BIC, passen a sentir-se orgullós d’ell.
Fotos extretes del Facebook d’Horta Viva: https://www.facebook.com/media/set/?set=a.186247203368.120541.182676423368&type=3
Buenosabemos que los recursos de la administración son limitados y los BIC que atender muchísimos, personalmente creo que la aplicación de BIC proporciona las máximas garantías de conservación del mismo. Su «puesta en valor» es otra cuestión…
Hola Mar, estoy completamente de acuerdo contigo, tenemos la gran suerte de tener muchos BIC, pero la desgracia que la administración pública no tiene bastante recursos. Pero yo me refería más al concepto que tiene la sociedad al declarar algo BIC, como dejarlo estático en el tiempo y que sólo tiene valor «cultural», no económico o social. Por este motivo creo que la «puesta en valor», mediante la administración pública o entidades privadas o asociaciones, debería ir relacionada con la declaración de BIC, para dar una protección «real» y cercana a la sociedad. Muchas gracias por comentar! nos encanta debatir y saber otras opiniones en La Cultura Crítica 🙂
Tener muchos BICs no es sinónimo de protección y revalorización. Muchas veces se declaran BICs o Bienes de Relevancia Local a elementos, conjuntos, monumentos… que carecen realmente de valor y trascendencia. Y no lo digo de broma. Hay que declarar BICs a aquellos elementos, monumentos, conjuntos que realmente sean de gran valor y merezca la pena conservar y reutilizar de manera digna y adecuada, acompañando de partidas presupuestarias y ayudas, a fin de que los legítimos propietarios puedan participar en las labores de rehabilitación, difusión y puesta en valor.
Me consta que muchos ayuntamientos se han obsesionado con obtener declaraciones de BICs o BRLs, olvidándose de las obligaciones y costes que supone la conservación, difusión y revalorización de esos conjuntos históricos, monumentos, tradiciones, espacios singulares…
Hay que evitar caer en las trampas políticas y las modas. No todo merece ser conservado y embalsamado.
Un día hablaremos sobre los conjuntos históricos y el nefasto planteamiento llevado a cabo en Chelva, pues gran parte de los afectados ha demostrado su malestar oponiéndose (y con razón) a una declaración donde no se ha tenido en cuenta a los sufridos habitantes del BIC.
Muchas gracias Antonio por tu comentario y por tu experiencia. Creo que estas en la situación de un damnificado por el nombramiento BIC: Apoyo lo que dices, que no se debe declarar algo, sólo por declarar, debe ir unido a una serie de proyectos y actividades para su conservación, y, sobretodo, su difusión. Para que aquellos que tengan alguna relación con algún BIC no se sientan «desgraciados», desde la Cultura Crítica, reclamamos que ese nombramiento sea un punto positivo y no negativo, también en el sentido económico. No nombrar algo para congelarlo sino para revitalizarlo. Me encantaría que un día debatiésemos sobre los conjuntos históricos y nos expliques tu experiencia y opinión en el caso de Chelva.